Vacuna contra el VIH
Un equipo de especialistas del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha trabajado en el desarrollo de una vacuna contra VIH/sida y cáncer. El grupo de investigación propone que la vacuna contra VIH debe ser capaz de inducir una respuesta tanto humoral como celular, ambos son los principales mecanismos de defensa contra patógenos.
Para enfrentar el reto de variación antigénica de los virus, los investigadores indican que la construcción de vacunas basadas en Bibliotecas de Epítopos Variables (BEVs) puede contrarrestar ese obstáculo. Los epítopos son fragmentos pequeños de un antígeno, por ejemplo, de una proteína, reconocido por el sistema inmune. El doctor Karen Manoutcharían, titular de la investigación, explica que para tratar patógenos antigénicamente variables requieren construir un inmunogeno no menos complejo que el blanco mismo, incorporando variabilidad antigénica. Las (BEVs) permitirán enfrentar la variabilidad enorme de los patógenos tales como VIH, hepatitis, influenza, malaria, dengue, así como cáncer.
Por ello, la propuesta del grupo de investigación es “un nuevo concepto de vacunas que permite incorporar la diversidad antigénica en una vacuna”, detalla el especialista de la UNAM. El doctor Karen Manoutcharían indica que las vacunas convencionales están basadas en antígenos totales pero su aplicación a patógenos antigénicamente variables no es exitosa, ya que la alta variabilidad antigénica permite escapar al reconocimiento por el sistema inmune. La aplicación de este nuevo concepto permitió construir vacunas capaces de inducir sueros en ratones altamente neutralizantes contra VIH, la neutralización obtenida por los sueros es la mejor en su clase comparada con otras vacunas basadas en epítopos.
Lucha contra el cáncer
La aplicación de vacunas basadas en BEVs en modelos de ratones con cáncer de mama permitió a los investigadores reducir el crecimiento tumoral y metástasis pulmonar mediado por la activación de los linfocitos T.
El principal problema de vacunas contra cáncer es la alta variabilidad antigénica de células cancerosas mediada por mutaciones, que aparecen como resultado de una alta inestabilidad genética. Un problema adicional para generar vacunas contra cáncer es la incapacidad de romper tolerancia inmune contra sus propias proteínas (antígenos), ya que estas células cancerosas presentan perfiles antigénicos casi idénticos al perfil de células sanas del mismo individuo.
Bajo el mismo concepto de BEVs, los especialistas del Instituto de Investigaciones Biomédicas decidieron aplicarlo para la construcción de vacunas contra cáncer de mama y melanoma en modelos con roedores. Los resultados del grupo de investigación son altamente prometedores como concepto universal para la generación de vacunas contra patógenos antigénicamente variables y cáncer. Estos hallazgos son resultado de años de investigación, han sido publicados en revistas internacionales como: Molecular Immunology, Vaccine y Human Vaccines and Immunotherapeutics.