Halitosis

La halitosis y la xerostomía son dos condiciones bucales muy comunes entre la población y, sin embargo, la mayoría no es consciente de ello, ni de las consecuencias que ello puede acarrear a su salud. Por ello, con motivo del Día Mundial de la Salud Bucodental, Dentaid apuesta por desmontar los falsos mitos en torno a estas dos afecciones clínicas.

Falso mito: baja prevalencia

La halitosis se manifiesta como el conjunto de olores desagradables que provienen de la cavidad oral, por acumulación de bacterias entre los dientes, encías y dorso de la lengua. Un tercio de la población padece este problema, una situación que puede provocar cambios psicológicos importantes, llevando incluso a situaciones de aislamiento social y profesional. En muchos casos el paciente desconoce que padece esta dolencia, debido a su incapacidad para oler su propio aliento, por la adaptación de su sentido del olfato o bien porque ninguna persona de su entorno se lo comunica.

En el caso de la xerostomía, sensación subjetiva de sequedad bucal, su prevalencia se sitúa entre el 20-40% de la población, siendo mayor en mujeres, personas de edad avanzada y polimedicados. A pesar de este elevado porcentaje, muchos pacientes restan importancia a esta situación o la creen temporal. De este modo, al no considerarlo una afección clínica no lo refieren hasta que presentan otras complicaciones bucales más graves.

Todas estas razones hacen que ambas condiciones bucales se consideren erróneamente situaciones poco frecuentes.

Falso mito: causas erróneas

Aunque está extendida la idea de que las principales causas de la halitosis no tienen su origen en la cavidad bucal sino debido a problemas gastrointestinales, lo cierto es que, el 90% de los casos tiene origen oral. Sólo el 10% restante puede ser de origen extraoral: nasofaríngeo, gástrico o sistémico (causado por enfermedades como la diabetes, dolencias hepáticas o pulmonares).

En cuanto a la xerostomía, muchos de los pacientes creen que se trata de una condición fisiológica, temporal y/o intrínseca. Sin embargo, sus causas más frecuentes son muy diversas: enfermedades sistémicas (como la diabetes), situaciones de estrés o ansiedad, consumo excesivo de tabaco y/o alcohol, tratamientos oncológicos, determinados fármacos (más de 500 pueden producir xerostomía como efecto secundario: analgésicos, antidepresivos, antihistamínicos, etc.),etc.

Falso mito: no existe un profesional de referencia

Muchos de los pacientes con xerostomía o halitosis no asocian al odontólogo como el especialista responsable de su diagnóstico y tratamiento e intentan encontrar una solución ellos mismos o lo consultan a otros profesionales de la salud. Por ello, odontólogos e higienistas deben insistir en su prevención, así como en su diagnóstico y tratamiento. Es muy importante que, desde la consulta, se dé a conocer su relevancia para que el paciente identifique al odontólogo como su profesional de referencia.

Falso mito: no tiene solución o tratamiento

La mayoría de quienes padecen xerostomía o halitosis desconocen que su situación se puede solucionar. En el caso de la halitosis, es muy común el uso de productos que enmascaran el mal olor pero sin tratarlo. Es preciso insistir en que la solución a estos problemas requiere un diagnóstico diferencial. Tras su evaluación, es necesario establecer un tratamiento a través de medidas dietéticas e instrucciones de higiene oral. Para ello, Dentaid dispone de productos específicos para tratar y combatir la xerostomía y la halitosis.