Consumo energético en la Industria

¿Por qué se debe prestar atención al ahorro y la eficiencia energética? ¿Por qué
es importante reducir el consumo de energía?

La energía es un costo que representa una fracción muy importante de los gastos
de producción de una instalación industrial; de ahí la necesidad de su control y
optimización.

Una gestión energética adecuada de una instalación industrial implica un uso
eficiente de sus consumos energéticos, de forma que se consiga una reducción de
los costos en sus diferentes procesos productivos. La importancia de la reducción
de los consumos energéticos se integra como factor central en la mejora de la
competitividad de las empresas y la reducción de costos operativos a lo que toda
organización debe tender. Igualmente estos ahorros energéticos, tienen otros
componentes aparte del económico, como son, entre otros:

• Su relación con la mejora y sustentabilidad medioambiental,
• La optimización de recursos,
• La reducción de emisiones de CO2 -principal responsable del efecto invernade-
ro,
• La implantación de energías de carácter renovable.

Así pues mediante la planificación, el control y reducción de los consumos energé-
ticos se consigue un beneficio, no solo para la organización por los menores
costos generados sino también para la sociedad y el medio ambiente y, en definiti-
va, para el desarrollo sostenible tanto de la organización como de la sociedad.
Por ende la energía y su gestión eficiente es un aspecto crucial en la actualidad
para la competitividad de cualquier tipo de empresa, debido a que:

• Es cara,
• Es limitada,
• Los precios de la energía han crecido de forma significativa en los últimos años
y se incrementarán significativamente en el futuro,
• El derroche de energía provoca costos extra en las empresas y a la sociedad.
En esta primera entrega les brindamos una serie de buenas prácticas para reducir
los consumos energéticos y conseguir ahorros, comenzando por:

Iluminación industrial

En los sectores económicos de la industria y los servicios, la iluminación corres-
ponde a más del 5% del consumo de energía. Así pues, su control es importan-
te para la obtención de ahorros energéticos.
Buenas prácticas:

• Es conveniente, siempre que sea posible, aprovechar la luz natural.
• Utilizar luminarias de alto rendimiento (ej. LED) en ambientes interiores y
exteriores, a fin de obtener mayores flujos luminosos, con consumos amplia-
mente menores (hasta un 80% menos) una mayor vida útil (hasta 50.000 horas)
y menores costos de mantenimiento.
• El nivel de iluminación es dependiente de la actividad laboral que se realice en
cada dependencia de la instalación; así pues, cada una de las estancias debe
tener la iluminación que más se corresponda con su función o utilidad.
• Utilizar, siempre que sea posible, detectores de presencia o temporizadores,
evitando el mantener luces encendidas en forma innecesaria.
• Realizar campañas de educación, formación e información energética y
medioambiental a los empleados, promoviendo su participación activa en la
gestión de la energía, su consumo y el ahorro energético.
• Monitorear y registrar el consumo de los distintos procesos, permitiendo com-
probar en tiempo real los consumos energéticos, de forma que se posibilite la
toma de medidas para reducir o reconducir los consumos, si estos se conside-
ran excesivos.
• Realizar auditorías energéticas periódicamente sobre consumos en las insta-
laciones, sirviéndonos para fijar objetivos, planes de ahorro y reducción de con-
sumos energéticos.
• Cuando se incorporen elementos a la instalación, debe comprobarse su
eficiencia en cuanto a consumo energético, es decir, verificar la certificación
energética.
• Comprobar que la electricidad se compra bajo la tarifa más apropiada y que el
consumo de electricidad es conocido y controlado.
• Implantar una contabilidad y control energético que permita la atribución de
los costos energéticos a cada unidad operativa.

En la próxima entrega continuaremos con las buenas prácticas para optimizar
los consumos energéticos.